16 mayo 2011




DESPIERTA LA JUVENTUD, VUELVE LA ESPERANZA.


Hace tiempo que observo, cómo el resultado de esta llamada “crisis financiera” no solo ha conseguido que sean los de siempre quienes paguen los platos que han roto banqueros y chiringuitos de especuladores, si no que además, y quizás sin proponérselo, han descubierto aquello de: “Ya que estamos aquí y no pasa nada, demos unas vueltas más de rosca hasta que alguien se queje”.
Y así, poco a poco, cuando nos hemos querido dar cuenta ya se habían cargado la mitad del llamado estado del bienestar. Y la verdad es que nos lo han vendido muy bien, siempre comparando con los vecinos peor situados y vaticinando el apocalipsis si no aceptamos todo lo que los gobiernos, o mejor dicho “mercados”, nos vayan dictando. Ese es el nuevo Dios que rige ahora nuestras vidas y ante él, los representantes de este circo actual pliegan su rodilla sin ningún pudor.
Y lo más sangrante era observar como nuestra juventud se quedaba noqueada, sin ilusiones ni ideales con los que presentar batalla ante un futuro sin futuro.
Por todo lo dicho anteriormente me cabe más alegría cuando ayer, y por segunda vez, vi como miles de personas (sobre todo jóvenes) se manifestaban en distintas partes del país, bajo el lema “Democracia real, ya”, arropados en una plataforma surgida de las redes sociales y sin el protagonismo de los apolillados partidos políticos y sindicatos.
Algo se mueve y eso quiere decir que todavía hay esperanza de cambiar el rumbo, o más bien deriva (tantos recortes y de poco han servido), a la que toda esta canalla gobernante actual (la que venga después no va a ser mejor)quiere conducirnos.
Bienvenido sea este soplo de aire fresco a nuestras vidas. ¡Ojala! solo sea el comienzo de un movimiento más multitudinario y capaz de poner sobre la mesa una alternativa que tenga presente en primer lugar, que quien ha de pagar no son los débiles, si no los que se han lucrado a base de bien con la especulación y el engaño.

02 mayo 2011

El tren de Arganda.

Dentro del reducido número de ferrocarriles rescatados de una desaparición inminente está el de Arganda. Gestionado por unos entusiastas, amantes de la conservación del patrimonio cultural de su país, y bajo las siglas de "Vapor Madrid", llevan a cabo una labor encomiable en la restauración y puesta en servicio del material preservado de este antiguo tren.
Pretendo aquí difundir su labor y animar a todos aquellos que no lo conozcan a descubrirlo en vivo ahora que pronto iniciará la temporada.